La Inteligencia Artificial (IA) en clase de ELE: retos y posibilidades

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AI na lekcjach hiszpańskiego

Stefano Nardone

 

La llegada de la tecnología al aula de idiomas supuso una revolución en la enseñanza de las lenguas extranjeras. Algunos de nosotros, los docentes, nos llevamos las manos a la cabeza, ya que adaptarse a los nuevos entornos educativos no siempre es una tarea fácil, además, si consideramos que muchos de nosotros se formaron en sistemas de enseñanza tradicionales donde el uso de los móviles o las tabletas apenas existía, usar los dispositivos y las aplicaciones en el aula constituye un verdadero reto.

Mientras que estamos escribiendo este artículo, probablemente está viendo la luz una nueva aplicación que explota la inteligencia artificial (en adelante IA), por lo que, lo que os presentamos aquí, dentro de unos meses quedará anecdótico u obsoleto. No obstante, merece la pena medirse con la tecnología, puesto que nuestros estudiantes están cada vez más conectados y más digitalizados, y solitos ya saben pedir al Chatgpt que escriba ensayos, son capaces de comprobar si han escrito correctamente las palabras gracias a Quillbot u otras inteligencias, y saben pedir a la pantalla que busque un sinónimo si lo necesitan. Parece casi que no necesiten un profesor, aunque lo cierto es que nosotros, los docentes, debemos guiarlos para que puedan hacer un uso consciente de la tecnología. No, no somos los únicos poseedores de la verdad, pero sí nos criamos cuando era necesario hacer las cosas por nosotros mismos y la búsqueda no era tan inmediata como a través del buscador de Google, tenemos una perspectiva crítica, y puede que de ahora en adelante esta sea nuestra tarea principal, enseñar el idioma pero también entrenar la capacidad crítica de nuestros estudiantes (Schmidt, Strasser, 2022).

 

En este webinario, nos hemos centrado en reflexionar sobre las ventajas de la IA en el aula de español, y hemos explorado algunas aplicaciones que pueden automatizar algunos procesos tanto para nosotros como para nuestros estudiantes, ahorrando tiempo en tareas que nos permitirán invertir más energía para la práctica de aula y el entrenamiento de la capacidad crítica. Alan Turing se preguntaba si las máquinas podían pensar y hoy sabemos que la cantidad de datos de los que estas disponen y los algoritmos que son capaces de generar información pueden devolver al usuario de la IA una respuesta convincente basada sobre muestras significativas. Siendo optimistas, las posibilidades que la IA ofrece al profesor de idiomas eso muchas como la automatización de algunos procesos, sobre todo los administrativos que a menudo ocupan gran parte del tiempo de la tarea del docente.

Pero ¿qué podemos hacer exactamente los profesores con el uso de la IA?

En primer lugar, la primera ventaja, es la planificación de la clase. Existen IA que al introducir como criterio de búsqueda ‘El presente de indicativo en español’ son capaces de generar una serie de diapositivas que, tras oportunas comprobaciones, nos permitirán explicar paso por paso y con práctica incluida este aspecto gramatical a nuestros estudiantes.

 

La aplicación en cuestión se llama Curipod, y está disponible de forma gratuita en línea. No obstante, como profesores deberemos comprobar que el contenido de la presentación sea verídico y no deje espacio a ambigüedades, además, deberemos también aprender a refinar los criterios de búsquedas para que no incluya todos los verbos, regulares e irregulares a la vez, si queremos conseguir el efecto deseado y no crear confusión. También deberemos preguntarnos si de acuerdo con el nivel es importante introducir todos los verbos (-ar, -er, -ir) o si, por el contrario, queremos hacer un trabajo más gradual. Hay toda una serie de preguntas cuyas respuestas nos llevarán a tomar una decisión y facilitarán nuestro trabajo con la IA evitando que la clase se convierta en un caos.

 

Entonces, la IA no es tan inteligente, cabría preguntarse. Puede que el factor humano, hoy en día, sea aún determinante aunque utilicemos la IA.

 

Otra aplicación que merece la pena mencionar es Briskeducation. Se trata de una extensión de Google capaz de crear recursos para utilizar en clase. En realidad, la extensión nace para permitir al personal docente proporcionar retroalimentación a los estudiantes de una manera más estructurada y personalizada. Esta herramienta permite enfocarnos en diversos aspectos. En primer lugar, como mencionábamos, nos da la posibilidad de construir un archivo para la retroalimentación, dicho archivo, nos va a permitir centrarnos en áreas muy concretas y personalizadas del feedback. Por ejemplo, si en nuestros cursos estamos utilizando algún libro o fragmentos de una texto literario, Brisk, nos permite crear un quiz sobre aspectos que nos interesan de la obra, y asimismo, nos permite crear la clave de respuestas, por lo que la corrección se convierte en un proceso mucho más rápido. Tras obtener los resultados, nuestra tarea deberá ser el análisis de datos (errores) para identificar áreas que resulten poco claras para nuestros estudiantes. Otra posibilidad que brinda Brisk es la de crear recursos sobre aspectos con los que nos interesa trabajar. Si queremos, por ejemplo, trabajar con la comprensión lectora, podemos crear lecturas graduadas sobre aspectos culturales en torno a las celebraciones, costumbres, o maneras de vivir en muchos países de habla hispana. Otra ventaja de esta IA es que introduciendo criterios de evaluación es capaz de generar una retroalimentación argumentando los aspectos que pueden ser mejorados por el estudiante tras analizar un trabajo escrito. Además es capaz de detectar si el estudiante ha utilizado otra AI para generar el texto.

 

Ahora bien, esto parece la panacea y una herramienta que ofrece infinitud de posibilidades, no obstante; hay que tener en cuenta varios aspectos. Al ser una IA, lo que la máquina está haciendo es comparar datos y trabajar con algoritmos, esto no quiere decir que sea objetiva, todo lo contrario, la respuesta que proporciona será creada a partir de otros textos e informaciones que contienen muchos estereotipos (Stanford, 2021), así que habrá que tener cuidado con la implementación de los mismos para no contribuir a la difusión de informaciones que pueden ser falsas. La calidad del lenguaje que produce la IA es aceptable, así que es mejor centrarse en un trabajo enfocado a la adquisición del léxico, ya que puede ser más fructífero. De hecho, Brisk ofrece al docente la posibilidad de generar listas de palabras que vayan relacionadas con el texto creado.

 

La gran desventaja de Brisk es que el docente necesita volcar el texto en Googledocs antes de poder trabajar con él y que no funciona con todas las páginas web, aunque se trata de un inconveniente mínimo si pensamos en la cantidad de tiempo que nos permite ahorrar.

Esta herramienta nos permite, tal y como dijimos, comprobar la corrección ortográfica de un texto, también nos brinda la posibilidad de parafrasear y creemos que par el trabajo de aula podría ser muy eficaz, eso sí, en ocasiones puntuales y con objetivos muy claros por parte de los docentes. Por ejemplo, si queremos que nuestros estudiantes reflexionen sobre la manera de construir una frase en español y sobre la posición de las palabras de una frase, esta herramienta podría ser especialmente productiva. Está claro que este tipo de IA presenta también inconvenientes,  las propuestas que devuelve en cada ocasión no siempre son las más certeras, sin embargo en niveles más bajos del idioma pueden ser de ayuda para que nuestros estudiantes entrenen y se expongan a diferentes maneras de construir la misma frase con los comentarios gramaticales que de estas actividades se pueden extraer.

 

La ventaja de Quillbot, es la oportunidad de reflexión metacognitiva a la que da lugar en clase. Estas reflexiones contribuyen activamente al proceso de aprendizaje.

 

El inventario de aplicaciones no termina aquí, nosotros tan solo nos limitamos a unas pocas que ayudan a los docentes en la producción de recursos y que podrían mejorar y aportar nuevos materiales en el aula. Asimismo, el impacto que ya tienen las IA en todos los aspectos de nuestra vida, desde llamar al centro de atención al cliente de una empresa hasta el dictamen de sentencias de los juzgados (Artext, 2023) son solo ejemplos de las nuevas oportunidades que están ofreciendo las inteligencias artificiales.

 

A la hora de medirnos con las IA e incorporar su uso en nuestras aulas, debemos tener en cuenta los criterios para el diseño de las tareas, y aquí probablemente nos daremos cuenta de que en un contexto cambiante de entornos educativos se asiste a fundamentales alteraciones del modelo. Mertens (Mertens, 2010 en Schmidt, Strasser, 2022) señalaba algunas características que deberíamos tener en cuenta si queremos tareas que funcionen (en el original ‘idealmente funcionen’) en la clase de idiomas, a saber: que promuevan el uso de la lengua meta durante el intercambio comunicativo, que se centren tanto en el mensaje como en el contenido y que faciliten un alto nivel de autenticidad durante el acto comunicativo. Además, deberían conducir a un claro objetivo comunicativo y permitir al estudiante producir un acto comunicativo auténtico. Queda por estudiar de qué manera podemos adaptarnos a los postulados de la enseñanza de segundas lenguas utilizando las IA, o por entender si los postulados mismos deben adaptarse a las nuevas realidades y entornos, también queda por verificar de qué manera las tecnologías afectan a las estrategias de aprendizaje de nuestros estudiantes.

 

En este último curso académico, algunos países como Francia han optado por dejar fuera del aula los móviles y por limitar el uso de las tecnologías durante el aprendizaje. Estamos en un momento de cambio, es evidente, aunque queramos resistirnos y nos asuste admitir que la tecnología puede ser un buen aliado en las clases. Sabemos con certeza que las IA pueden ayudarnos, pero también sabemos que pueden ser una distracción y que,  ni nuestros alumnos ni nosotros mismos, entendemos bien su funcionamiento todavía. Puede que el cambio deba pasar por etapas formativas de los docentes y su actualización. Según el informe de Stanford de 2021, las IA pueden generar más marginalización y más diferencias demostrando que su aplicación no presenta solo ventajas sino también muchas desventajas que pueden impactar el funcionamiento de la sociedad. No obstante, la tentación de construir un modelo de aprendizaje que puede individualizar la enseñanza y permitir una evaluación continua más eficaz, identificando puntos fuertes de nuestra tarea diaria debería fomentar el desarrollo de estudios sobre su aplicación en la enseñanza de segundas lenguas. En Alemania se están llevando a cabo estudios de este tipo tal y como informan Schmidt y Strasser aunque sean para la enseñanza del inglés. ¿Entraremos en clase en el próximo curso académico con más posibilidades de IA? Seguiremos debatiendo en lugar de medirnos con ella?

Bibliografía:

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Doc: http://ai100.stanford.edu/2021-report